Heitor Gouvêa
La correcta dirección es mas importante que la velocidad
Tiempo atrás, me uní a un equipo de ingeniería que era clasificado por los demás equipos de la compañía como un grupo que tenía baja velocidad en la entrega de software. Sin embargo, no teníamos métricas para evaluar realmente nuestra velocidad. Entonces, no era posible afirmar o negar esa posibilidad.
Comencé los trabajos partiendo de esa hipótesis y luego intenté crear algún tipo de métrica que pudiera ayudarme, como por ejemplo: monitorear la cantidad de tarjetas entregadas por sprint. Hice ajustes y rápidamente vi que no era inteligente usar este recurso como medida. Entonces, fue el turno de monitorear los puntos de sprint, que también se mostraron poco eficientes hasta que llegué a las famosas DORA Metrics.
Al hacer uso de las DORA Metrics, las cosas comenzaron a tener más sentido, parecía que teníamos la información necesaria y correcta para comenzar a ganar ese juego. Se aplicó mucho esfuerzo y pasamos de un punto de partida donde el equipo era clasificado como “Low Performance“ a alcanzar el nivel de “High Performance“ y eso tomó bastante tiempo.
Estar en el nivel High parecía ser motivo suficiente para celebrar, pero el día a día del equipo no parecía estar a la altura de eso. Todavía teníamos la percepción de estar perdiendo el juego y parecía que habíamos atacado el problema raíz incorrecto. A través de una evaluación (puedo hablar más sobre esto en otra publicación), descubrí que realmente estaba abordando el problema incorrecto y que toda esa mejora en la velocidad por sí sola no causaba todo el impacto esperado.
En ese mismo período, estaba leyendo el libro “El Almanaque de Naval Ravikant” y un fragmento específico encajaba muy bien con lo que estaba experimentando en el trabajo:
“La dirección que tomamos importa más que la velocidad con la que avanzamos, especialmente con apalancamiento. Elegir la dirección correcta para cada decisión es mucho, mucho más importante que la fuerza aplicada. Solo necesitas elegir la dirección correcta para seguir y luego empezar a caminar.”
Estas palabras resonaron fuertemente para mí. Me di cuenta de que, para alcanzar el verdadero éxito, necesitaría reevaluar la dirección del equipo, en lugar de simplemente enfocarme en la velocidad de entrega. Así que comenzamos a adoptar un enfoque más estratégico en nuestro trabajo, centrándonos en seguir el camino correcto en lugar de simplemente correr a alta velocidad.
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