Heitor Gouvêa

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Métricas históricas vs métricas de seguimiento

Continuando la discusión sobre métricas, otro punto que vale la pena considerar y categorizar es la distinción entre métricas históricas y métricas de seguimiento. Hacer un uso adecuado de estas métricas puede ser un factor diferenciador. Permíteme explicar:

  • Métricas históricas: sirven para retratar eventos pasados, ilustrando a través de números lo que ya ha ocurrido. Son útiles para ayudar a desarrollar planes de acción a medio y largo plazo.

  • Métricas de seguimiento: tienen como objetivo proporcionar información en tiempo real sobre eventos en curso, permitiendo la creación de tácticas a corto plazo.

Para ilustrar esto, usemos un ejemplo básico y didáctico:

Imagina que queremos medir si tuvimos éxito o no con un grupo de alumnos matriculados en un curso de 12 meses. Un indicador fuerte y directo es la razón final entre el número de alumnos aprobados y el número de alumnos reprobados.

Sin embargo, dado que el curso tiene una duración de 12 meses, confiar solo en esta métrica sería inadecuado, ya que solo obtendríamos la respuesta a nuestra pregunta demasiado tarde. En consecuencia, no podríamos tomar medidas inmediatas para mejorar la situación si no fuera la ideal. En otras palabras, esta métrica es histórica. Observando esta métrica podemos sacar algunas conclusiones y, en consecuencia, pensar en nuevas estrategias para que las próximas clases de alumnos tengan una tasa de aprobación más alta.

En cuanto a las métricas de seguimiento, podemos considerar lo siguiente:

  1. Evaluaciones bimestrales: permiten identificar alumnos con bajo rendimiento. Incluso podemos realizar evaluaciones basadas en categorías de asignaturas, proporcionando más detalles sobre las asignaturas específicas en las que los alumnos están teniendo dificultades. Esto permite cambios a corto plazo, como ajustar la metodología de enseñanza, ofrecer clases adicionales o recomendar referencias de apoyo a los alumnos.

  2. Tasa de asistencia mensual: los alumnos con poca asistencia tienen una mayor probabilidad de reprobar. Al monitorear la asistencia, podemos diagnosticar el problema, comunicarnos con el alumno, comprender los motivos de su comportamiento y hacer los ajustes necesarios.

En resumen, al considerar tanto las métricas históricas como las de seguimiento, podemos adoptar un enfoque holístico y proactivo en la gestión de procesos y proyectos. La combinación inteligente de estos dos tipos de métricas no solo nos permite comprender el pasado y el presente, sino que también nos capacita para dar forma al futuro de manera más eficaz, adaptándonos dinámicamente a las necesidades y desafíos en constante evolución.

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